Libros del crepúsculo

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miércoles, 7 de noviembre de 2018

Teodoro Petkoff y el socialismo democrático


Buena parte de la tendencia autoritaria de la izquierda latinoamericana, en las dos últimas décadas, está relacionada con la renuncia a conjugar socialismo y democracia. Aquella síntesis, que para muchos marxistas latinoamericanos de los 70 y 80, que se involucraron en las transiciones democráticas, era posible, dejó de serlo en los últimos años por la hegemonía de la izquierda neopopulista. Los socialistas reacios a la geopolítica bolivariana son fieles a aquel proyecto.
Muchos líderes de la última izquierda latinoamericana, la chavista, originalmente no se autodenominaban “socialistas”. Cuando empezaron a hacerlo, como el propio Chávez, fue para insistir en que su socialismo era diferente al socialismo democrático. Un socialismo más cercano al modelo cubano y, por tanto, a su origen soviético, si bien en la práctica el tipo de régimen que construían era muy distinto.
Desde una perspectiva de larga duración, en la historia de la izquierda latinoamericana, se ha vivido una regresión ideológica, relacionada con el abandono de la tradición socialista y el ascenso de la hegemonía neopopulista. La oposición que, desde su revista Tal Cual, hizo el importante intelectual venezolano, Teodoro Petkoff, a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, es toda una lección moral, que pone en evidencia dicho retroceso.
Petkoff fue un comunista que, bajo la influencia de la Revolución Cubana, se sumó a la guerrilla contra los gobiernos democráticos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni a principios de los 60. Varias veces encarcelado y varias veces fugado de sus captores, en verdaderas hazañas, el joven marxista comenzó a tomar distancia de la vía violenta a fines de la década, impulsado, en buena medida, por la decepción que le produjo la invasión soviética a Checoslovaquia en 1968.
Su primer libro, justamente titulado Checoslovaquia: el socialismo como problema (1969), fue una defensa del proyecto de Alexander Dubcek desde América Latina. El lanzamiento del Movimiento al Socialismo (MAS), en 1971, junto a Pompeyo Márquez, otro ex guerrillero marxista, que abandonó el Partido Comunista de Venezuela, fue uno de los primeros capítulos de la incorporación de comunistas latinoamericanos a la vía pacífica y electoral, alentada por el triunfo de Salvador Allende y Unidad Popular en Chile.
No es extraño que, una vez ubicado en esa posición, Petkoff convergiera con intelectuales iberoamericanos como Jorge Semprún, Juan Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Gabriel García Márquez que, por esos mismos años, impulsaban la revista Libre en París. El tercer número de esta revista, en la primavera de 1972, fue coordinado por Petkoff y el escritor venezolano Adriano González de León.
En ese número se insertó una entrevista con Pompeyo Márquez, donde el líder socialista hablaba de la “crisis del marxismo dogmático” y de la necesidad de incorporar al debate temas como “democracia interna, la forma de compaginar centralismo y democracia, centralización y descentralización, responsabilidad colectiva e individual, espíritu de iniciativa y disciplina”. Todas, expresiones que rápidamente hicieron del MAS una organización “revisionista”, a los ojos de La Habana y Moscú.
 En sus libros de los 70, como Razón y pasión del socialismo (1973) y Proceso a la izquierda (1976), Petkoff defendió aquel socialismo. Las transiciones democráticas de la década siguiente y la caída del Muro de Berlín en 1989 le dieron la razón. Su participación en el gabinete de Rafael Caldera, en 1996, desde donde impulsó la política social del gobierno, fue consecuencia de una larga apuesta por la democracia desde la izquierda. Dada esa trayectoria, era lógico que Petkoff entendiera la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1999, como una alternancia que consolidaba la democracia en Venezuela.
Tan lógico como que se opusiera a los indicios de autoritarismo del chavismo originario, desde el primer editorial de Tal Cual en 2000, y, sobre todo, a partir 2002, cuando tras el fracaso del golpe de Estado en su contra, Chávez inició un avance acelerado hacia la concentración del poder, en alianza con Fidel Castro. No sólo fue crítico Petkoff con los efectos internos de esa ruta autoritaria sino con los impactos negativos de la geopolítica chavista en América Latina, cuyas peores consecuencias vivimos hoy. Se llama coherencia. 
            
        
        
          

3 comentarios:

  1. creo que lo mas importante es describir las condiciones que viven y vivían los países latinoamericanos para crear esta respuesta política estas situaciones
    Las sociedades-países- evolucionan siguiendo el fenómeno darwiniano pero aplicado a esos entes y no a las especies biológicas
    La respuestas al imperialismo geopolitico y al imperialismo clasista no ha dado como resultado una verdadera revolución ya que el imperialismo clasista de las sociedades se han sabido adaptar y luchar contra estos enfrentamientos
    Todavía queda pendiente como conseguir sistemas que tengan como base la independencia como derecho humano y el verdadero sistema democrático político

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  2. ¿Será que socialismo, el socialismo marxista que va ataviado con la dictadura del proletariado, es la antípoda de la democracia representativa y que un socialismo democrático es un gran absurdo? ¿Será? ¿Será posible que en más de un siglo ese socialismo haya servido solamente para instaurar las dictaduras más prolongadas de la historia? ¿Será?

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  3. el éxito de los países europeos nórdicos es un mentis a esta tesis.
    Al final de cuentas, aun el capitalismo americano, ingles, francés, entre otros son una mezcla de capitalismo con socialismo-alcance sociales positivos para la clase marginada-
    En el fondo son dictaduras, no caudillistas personalistas, sino de sistemas donde los destinos, las políticas de los estados, están comandados por los intereses particulares de un pequeño segmento de la sociedad.
    Esto se logra mediante una aculturación subjetiva mediante la cual al ciudadano se le acultura para entender y aceptar esa sumisión a la dictadura de una clase pequeña dominante.
    El concepto de democracia, para hablar teoricamente, debe revisarse, principalmente en los estados en desarrollo, como los de américa latina.
    No es verdad que las políticas de esos estados obedecen a los intereses de las grandes mayorías, mediante sus representantes congruesales

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