Ha muerto el gran poeta católico irlandés Seamus Heaney (1939-2013) y el presidente de su nación, también
poeta pero ateo, Michael D. Higgins, rinde tributo al Nobel desaparecido. La poesía y la nación unen lo que la religión y la política separa y el presidente vivo ha hablado con elocuente dolor sobre el poeta muerto. Según
The New York Times, Higgins
habló de una "contribución de Heaney a la república de las letras", basada en la "humanidad y la conciencia". Según
The Independent, el presidente habló, en realidad, de una
poesía destinada a la edificación de una "república de la conciencia".
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