¿Cuál es la diferencia entre este
cable de AFP y la
nota de hoy en
La Jornada? Los derechos de autor, por lo visto, son de la agencia francesa. Pero la ontología mediática, la potestad autoconcedida e inapelable de decidir quién es quién en el debate y quién interviene en el mismo, se impone: el periódico mexicano reescribe la noticia, borrando a uno de los académicos consultados.
La diferencia es la eliminación de la diferencia.
ResponderEliminarBueno Rojas, "eres tú" (como dice la canción de Mocedades) quien ha sido censurado en el despacho por la Jornada. No hay que darle más vueltas. Por cierto eres tú, si no me equivoco, el único que reside en México.
ResponderEliminar¿Que ha motivado a La Jornada? Si tú no tienes una pista ¿Que queda para tus lectores?
Rafa: mi consejo es seguir la letra del bolero: no te detenngas a mirar/las hojas muertas del rosal/que se mnarchitan sin dar flor...
ResponderEliminarHaroldo Dilla
Cuánta torpeza de parte de La Jornada; digamos que habitual en el oficio de la defensa a ultranza. Y cuánto juego, también con la torpeza, el hacer alusión a su propia persona desde su propia y personal tribuna.
ResponderEliminarBueno, "anónimo", Ud mismo lo dice: esto es un blog, es decir, una tribuna personal. A pesar de ello, raras veces el tema que aquí se trata es la persona del titular del blog. Esta vez, dada la ostensible falta de ética periodística, me pareció necesario hacerlo.
ResponderEliminarPrecisamente, en estos casos la ética recomienda dejar a terceros la denuncia de lo que, sobre nosotros, acontece de manera tan burda.
ResponderEliminarNo lo creo así. La defensa legítima siempre es ética, sobre todo si se hace sin recurrir a la difamación ni abusar de calificativos.
ResponderEliminarModesto Hipócrita debiera ser el seudónimo del anónimo de las 18 ¿Cuál ética es la de esperar que un tercero saque la cara por los agravios que nos hacen? ¿Para qué abrir un blog personal y esconder las inquietudes personales, sobre todo si tienen que ver con lo público como en este caso?
ResponderEliminarSería una cobardía, en mi opinión, no denunciar a La Jornada. Se trata del ninguneo deliberado de la Diáspora. Ha excluido al único que pertenece a los "de fuera". Ahora, lo más apropiado sería escribir a La Jornada y exigir una explicación, que la libertad de prensa no es libertad de manipulaciones excluyentes.
Para parafrasear al Titan, la defensa legítima se conquista con el filo de la lengua, no se mendiga, ni se pide.
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