En pocos momentos, como en los años 20 y 30, la vieja tesis del sociólogo y economista alemán, Werner Sombart, en su ensayo Why is there no Socialism in the United States? (1906), se vio en entredicho. Luego de analizar el pobre desempeño electoral de Eugene V. Debs y los socialistas norteamericanos, en las elecciones de 1900 y 1904, Sombart concluyó que el electorado socialista en Estados Unidos tenía, a principios del siglo XX, la misma proporción demográfica que los socialdemócratas alemanes en la década de 1870.
En los 20, sin embargo, el legado de Debs vivió una recuperación impresionante, como puede comprobarse en la campaña nacional e internacional de solidaridad con Sacco y Vanzetti, recientemente recapitulada por Moshik Temkin en su libro The Sacco-Vanzetti Affair. America on Trial (2009). La recuperación del socialismo en Estados Unidos, en aquellas décadas, es notable no sólo en Chicago, base de operaciones de Debs, sino también en Boston y en Nueva York, que ya en los 30 era la sede de las grandes publicaciones socialistas del país.
Como en todas las capitales culturales de Occidente, el socialismo newyorkino, en los 30, se dividió claramente entre un ala estalinista y otra antiestalinista, primero hegemonizada por los socialdemócratas y luego por los trotskystas. Las dos revistas que protagonizaron la escisión y el debate entre aquellos socialismos antagónicos fueron The New Masses y Partisan Review. La influencia de ambas publicaciones podría imaginarse tan sólo enumerando algunos de sus colaboradores: Ernest Hemingway y Hannah Arendt, John Dos Passos y George Orwell, Eugene O' Neill y T. S. Eliot, William Carlos Williams y Lionel Trilling.
No hay comentarios:
Publicar un comentario