Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

miércoles, 22 de agosto de 2012

Sabiduría polaca





El escritor polaco Witold Gombrowicz, quien fuera amigo del cubano Virgilio Piñera durante el exilio de ambos en Buenos Aires, escribió un librito delicioso, que lleva por título Curso de filosofía en seis horas y quince minutos (1971), traducido al francés a mediados de los 90 y rescatado recientemente, en inglés, por la Universidad de Yale. Se trata de un conjunto de viñetas, escritas como pequeñas lecciones de historia de la filosofía, en las que Gombrowicz dibujó siluetas de los pensadores que más admiraba: Kant, Schopenhauer, Hegel, Kierkegaard, Marx, Nietzsche, Heidegger y Sartre.
El orden que siguió Gombrowicz en su librito no fue cronológico, ya que Sartre y Heidegger, por ejemplo, aparecían antes que Marx, y la última semblanza estaba dedicada a Nietzsche. Es en la glosa del pensamiento de este último donde encontramos la clave del experimento de Gombrowicz. Clave nada misteriosa, tan elemental como el patriotismo: entre todos los filósofos, sus preferidos eran Kant, Schopenhauer y Nietzsche. ¿Por qué? Porque los tres eran "polacos".
La frase aparecía de pasada, como si careciera de importancia: "Nietzsche, like Kant and Schopenhauer, was polish". Pero Gombrowicz, que escribió el libro exiliado en París entre fines de los 60 y principios de los 70, tuvo la marrullería de colocar una nota al pie donde se lee: "Kant's hometown, Königsberg (today, Kaliningrad, Russia), was claimed by the Poles, who called it Królewiec. Schopenhauer was from Danzig, which was also claimed by the Poles by the name of Gdánsk. Nietzsche, as well, even though born in Röcken in Prussian Saxony, was deluded by the idea, apparently unfounded, that his ancestors were Polish noblemen (I am a pure-blooded Polish gentleman, Ecce Homo, 1888)

2 comentarios:

  1. Muy interesante, R. Quizas tambien en ese gesto por parte de Gombrowicz esta la idea de llevar a los margenes la gran cultura europea, hacerla mas local, apropiarse de ella. Pienso esto porque recuerdo que para Piglia, Gombrowicz ya no es polaco en Argentina, sino un gran novelista moderno argentino.
    Saludos,G

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