No hace mucho glosábamos aquí el comentario que, en su libro Cuerdas para Aleister (2005), hizo Lorenzo García Vega sobre el pasaje del libro inconcluso, En La Habana, de Raymond Roussel. Lo que no decíamos entonces y vale la pena recordar ahora, que García Vega ha decidido no despertar, es que en otro momento de ese mismo libro, el escritor cubano confesaba darle vueltas al argumento de una novela, en el que se mezclarían el suicidio de Roussel en un hotel de Palermo y la muerte de José Martí en Dos Ríos.
García Vega aspiró siempre a la novela. Luego de Espirales del cuje (1952), su única novela publicada, el motivo persistente de sus ejercicios narrativos, como se lee en el libro de relatos Cetrería del títere (1960), fue la búsqueda de la novela inasible. Con el tiempo, García Vega pareció habituarse a la confesión de argumentos de novelas que emergían en los sueños. Una de esas novelas imposibles contaría la historia del suicidio de Raymond Roussel en Palermo y la caída de José Martí en Dos Ríos como "dos muertes de un solo tiro".
Recordaba García Vega que Martí era un buen jinete y que el caballo que montaba el día de su muerte no era blanco. Si el Apóstol era buen jinete, capaz de montar cualquier caballo, podía ser imaginado como un jockey: "Martí pudo ser un jockey, con su gorrita, con su uniforme, cabalgando en el Derby de Kentucky. ¿Lo ven? Martí corriendo como un toro. Martí avanzando y avanzando. Martí llegando a la meta y... En el mismo momento, cuando está al llegar, lo matan en Dos Ríos".
Y agrega:
"Así, así tiene que ser esta novela que escribiré. Al llegar, con el caballo, Martí y, entonces, tomándole la delantera Raymond Roussel, quien se mata en el Hotel de Palermo. Dos pájaros de un solo tiro, como dijo la vieja solterona. ¡Que prosiga la novela!"
Fascinante pasadizo. Realmente habria que pensarlo junto con el problema de la biografia o de la vida en LGV. La relacion entre biografia y novela atraviesan casi toda su obra. Casi que da la impresion que cuando habla de novela ("prosiga la novela") esta hablando de la vida.
ResponderEliminarUn saludo,G
Sí, Gerardo, en García Vega la búsqueda de la novela se daba unida a un descreimiento o una desconfianza hacia ese género moderno. De ahí su constante apelación a ejercicios de escritura fragmentaria. Habría que reconstruir mejor la relación de García Vega con la institución de la novela a partir de la experiencia de "Espirales del cuje", un libro que él asociaba negativamente con el momento de Orígenes, la dictadura de Batista y la Revolución.
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