Libros del crepúsculo

Libros del crepúsculo

viernes, 18 de mayo de 2012

Lectura y muerte en Freud

La galería Acquavella en Manhattan ha abierto esta muestra de bocetos, dibujos y algunas pinturas de Lucian Freud, el artista figurativo británico, nieto de Sigmund Freud, discípulo y amigo de Francis Bacon, fallecido el año pasado. La exposición no acoge los mejores retratos de Freud, pero sigue un enfoque escrupulosamente cronológico que permite reconstruir la biografía visual del pintor.
Algunos estudios de fines de los 30 y principios de los 40, cuando Freud era muy joven, trasmiten su temprana afición por el rostro de la muerte. Las aves y los monos muertos o petrificados -un dibujo titulado "Birds in Tree", de 1930, cuando Freud sólo tenía 8 años, muestra unos pájaros que parecen más disecados que vivos- son una constante en aquellos años.
Ya desde fines de los 40 y principios de los 50, y hasta el final de su carrera, los retratos de Freud privilegian el momento de la desconexión del sujeto con la realidad. Le interesan las caras de los dormidos y los lelos, los absortos y los muertos. Había en Freud un deliberado deseo de captación del umbral entre la vida y la muerte que podría ubicarse en el sueño o el ensueño.
Que fabricara esa expresión con sus modelos no es raro. Lo aterrador es que lograra captarla en sus propios padres. En los primeros dibujos de su madre, en 1940, ya se percibe esa búsqueda de la mirada perdida, enajenada. El retrato del padre de 1970 puede ser lo mismo de un muerto que de un dormido. Un óleo sobre su madre, no incluido en la muestra, resuelve el dilema de la representación de la madre muerta por medio de la lectura.
La mirada de quien lee estaría, para Freud, cerca de la mirada de quien duerme. Hay una curiosa similitud, por ejemplo, entre los músculos relajados de las caras que se observan en "Head of a Woman" (1970) y  "Bella" (1981): la primera, absorta; la segunda, dormida. Algo parecido sucede con el rostro del Barón Goodman, retratado por Freud en 1985: la cara de un lector o de un muerto.

1 comentario:

  1. Una interesante analogia entre el acto de leer y el dormir o morir. Muchas gracias.

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