Libros del crepúsculo

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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Yihadismo global



Ahora que la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Navi Pillay, ha ordenado una investigación sobre el linchamiento de Muamar Gadhafi, tal vez podamos ganar mejor comprensión del daño que ha causado al derecho internacional la “guerra contra el terror” emprendida por Estados Unidos y sus aliados europeos en la última década. Pocos ponen en duda que Estados Unidos debía reaccionar a los atentados del 9/11 y actuar contra Al Qaeda, pero pocos, a la vez, comparten que esa reacción se extendiese a una guerra injustificada contra Irak y a la puesta en práctica de elusiones del derecho internacional.
Al siempre cuestionable rechazo de Washington al Estatuto de Roma y a la Corte Penal Internacional de La Haya, habría que agregar la paradoja, confirmada en los dos últimos años, de que bajo la administración de Barack Obama, líder demócrata que llegó a la presidencia criticando el unilateralismo de Bush, se hayan producido las ejecuciones, sin el menor apego a las normas del derecho internacional, de los líderes de Al Qaeda, Osama Bin Laden y Anwar Awlaki, este último, ciudadano norteamericano, ultimado en Yemén por un avión no tripulado de la CIA. En época de Bush, objetor del Estatuto de Roma, Sadam Hussein fue ejecutado luego de un proceso judicial.
Si algo identifica al terrorismo islámico y a las dictaduras del Medio Oriente, derrocadas por las recientes revoluciones árabes, es el desprecio por las normas jurídicas globales. El linchamiento de Gadhafi, tirano emblemático de esa parte del mundo, aunque a manos de rebeldes libios, fue celebrado por los altos mandos de la OTAN y por el propio gobierno de Estados Unidos. Se produce así una convergencia entre los métodos del terrorismo y el antiterrorismo, propia de rivales en una guerra irregular, que resulta contraproducente para los fines de la promoción de la democracia y el Estado de Derecho en el mundo.
Vincent Warren, director del Center for Constitutional Rights, una organización que defiende un marco jurídico global, basado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la propia Constitución de Estados Unidos, y que ha cuestionado las detenciones ilegales en Guantánamo, pero también la violencia doméstica, los feminicidios, la homofobia, el racismo y la represión de disidentes en diversos países africanos, latinoamericanos y del Oriente Medio, ha sugerido, con razón, que una ejecución extrajudicial ordenada por Washington es un aval formidable para la violación de los derechos humanos en cualquier lugar del planeta.
La sudafricana Navi Pillay, graduada como Barack Obama de la Harvard School of Law, que por años luchó contra el apartheid en su país, que ha denunciado los atropellos a los derechos femeninos en los regímenes islámicos y que trabajó en la Corte Penal Internacional de La Haya, tal vez pueda ayudar a esclarecer los daños que el antiterrorismo ocasiona al derecho internacional. Daños que, en su peor dimensión, refuerzan la tendencia a construir dictaduras subalternas, que violan derechos humanos en nombre de un estado de excepción o un yihadismo global, en regiones pobres y desiguales del mundo. 

16 comentarios:

  1. El problema, Rafa, es que, a mi juicio, el terrorismo global ha forzado (esto no trata de ser una justificación sino una explicación) a los países que inventaron la idea de aplicar una cierta racionalidad al asunto de la guerra, a cambiar las reglas del juego. Abrazo
    Javier

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  2. Sí, Javier, eso es lo que me parece peligroso. Que una noble tradición de derecho internacional comienza a ser impugnada en la teoría y en la práctica por quienes, aunque no la fundaron, la reformularon en el siglo XX. Creo que fueron los neotomonistas españoles, Vitoria, Suárez, De Soto..., y el holandés Grocio y el alemán Pufendorf, los que la inventaron entre los siglos XVI y XVII.

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  3. ¿Y qué pasa con el intervencionsmo de Estados Unidos en los años '60? Es que acaso los golpes de Estado en Chile, Grecia, la matanza en Tlatelolco en México, la guerra en Vietnam, no son ejemplos de que la "noble tradición de derecho internacional" se aplica únicamente cuando beneficia a los poderosos?
    Para mí que esta "guerra contra el terror" no es más que otro capítulo de la historia de intervencionismo de los que detentan el poder.

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  4. La tradición del derecho internacional a la que me refiero no tiene que ver, por supuesto, con la política exterior de Estados Unidos durante la Guerra Fría que, como la de la Unión Soviética, fue intervencionista, sino con una serie de normas jurídicas mundiales impulsadas desde fines del siglo XIX por foros como el Tratado de San Petersburgo, las Convenciones de Ginebra de 1864, 1906, 1929 y 1949 o el Protocolo de 1977 -o las propias conferencias panamericanas que defendieron el principio de la autodeterminación de los pueblos en la primera mitad del siglo XX- que suscribieron las principales potencias occidentales y que han intentado de dotar de racionalidad jurídica a las guerras. Por ejemplo, conceder derechos de beligerancia, regular el uso de armas o respetar la vida de los prisioneros. En los mismos Estados Unidos existe una importante corriente teórica del derecho internacional que ha aportado mucho a esa tradición.

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  5. Yo creo que el anonimo de las 05;25 tiene razon. Todos estos tratados que mencionas, Rafa, estaban escritos en 1960, y aun asi, la politica exterior nortemericana, fue lo que es hoy. Esta vez, como dicen en Cuba, "sin guate y sin careta". ?En que se diferencian als "ejecuciones" de Osama Bin Laden y Anwar Awlaki de los planes para matar a Castro?

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  6. Lo curioso del pensamiento conservador de Rojas, es que -casi- logra llegar al lector con un aroma liberal y hasta pseudo libertario.

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  7. ¿Y dónde queda el colonialismo y el terrorismo de estado occidental, en toda esta retrospectiva ilustrada que ud. nos hace?

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  8. Gracias a todos por comentar. En la práctica no habría muchas diferencias entre las ejecuciones de los líderes de Al Qaeda y las del Che en Bolivia o las de Trotski en México y Andreu Nin en España, por órdenes de Stalin. Es cierto también que muchos tratados de derecho internacional estaban escritos antes de 1960, pero el marco jurídico internacional que está cuestionando la "guerra contra el terror" es posterior a la Guerra Fría y tiene que ver con el Estatuto de Roma, firmado en 1998 y que entró en vigor en 2002, dando paso a la creación de la Corte Penal Internacional de La Haya. Esa es la plataforma jurídica más avanzada del derecho internacional y la que está siendo abandonada por las principales potencias planetarias.
    En cuando el colonialismo y el imperialismo habría que recordar que fueron precisamente los neotomistas españoles de los siglos XVI y XVII, mencionados más arriba, quienes primero pusieron a circular nociones como las de "derechos de gente" y "guerra justa", que sirvieron de base a la crítica y la oposición al colonialismo en los siglos siguientes. También muchos críticos del imperialismo, anteriores a Lenin, como el economista inglés, J. A. Hobson, se enfrentaron al reparto colonial africano desde principios del derecho internacional. Los orígenes de una refutación teórica de ese internacionalismo jurídico habría que encontrarlos, jusramente, en la izquierda comunista y en la derecha fascista, en Lenin y en Schmitt.

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  9. Rafa, nadie discute que dentro de las metropolis capitalistas o imperialistas haya habido quienes la criticaron. Después de todo, Marx no nació en Cuba y Francisco de Vitoria, es verdad que puso las bases para el derecho exterior del Estado moderno, pero muchos postulados de Victoria son también cuestionables y en el fondo puedes ver en ellos la garra del Imperio, como cuando habla del indígena como niño, (en la concepción aristotélica que no era más que un animal) a quienes el estado benevolente (el rey y la reina de España) debían educar, mantener bajo su tutela y administrar sus dominios.

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  10. Por supuesto, los teólogos neotomistas eran partidarios de la evangelización católica de América y de la adjudicación de sus tierras a los reyes de España. Pero la aplicación que ellos y sus seguidores hicieron del jusnaturalismo a las relaciones internacionales son el punto de partida del derecho internacional moderno. A la altura de 1810, como han demostrado Luis Villoro y otros historiadores, muchos criollos hispanoamericanos utilizaban las ideas de Suárez y Vitoria para defender la autonomía de los reinos hispanoamericanos, que fue el origen ideológico de la descolonización.
    Lo mismo podría decirse de la gran tradición del abolicionismo atlántico del siglo XIX: sus conceptos básicos provenían de la doctrina de los derechos naturales del hombre que, al aplicarse a la población africana, logró la abolición definitiva de la esclavitud.
    Las metrópolis y los imperios no son eternos y no siempre actúan de la misma manera, ni desde las mismas premisas jurídicas internacionales. España dejó de ser un imperio hace poco más de un siglo, las otras potencias europeas dejaron de serlo con las últimas descolonizaciones de hace medio siglo en Asia y Africa, y Estados Unidos dejará de serlo también. En la raíz de todas esas descolonizaciones están las ideas básicas del derecho natural.
    No se trata, por tanto, sólo de "críticas dentro de las metrópolis", se trata de tradiciones doctrinales que se desarrollan con los siglos y que, en momentos dados de la historia, tienen implicaciones jurídicas e institucionales decisivas para los propias comunidades colonizadas.
    El trasfondo de la tradición que hoy toma forma en el Estatuto de Roma, que, insisto, es posterior a la Guerra Fría y que, por tanto, está determinado por el orden internacional de la era global, debe sus ideas fundamentales al jusnaturalismo. Lo que señala el post es la cada vez más peligrosa separación entre dicho orden y sus bases jurídicas.

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  11. Muy interesante, y completamente de acuerdo con su respuesta. Me gustaría saber en este sentido cómo podríamos repensar el concepto de "imperialismo", teniendo en cuenta la movilidad y dinamismo de las tradiciones, que operan fuera y dentro del territorio imperial, sin caer en la clásica dicotomía que algunos de los antiguos "anónimo" usan.

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  12. Rafa, yo creo que el desencuentro de opinión viene de tratar de entender (tú) la política exterior de los EEUU a través del Estatuto de Roma. Eso es lo mismo que tratar de entender a Cuba a través de la Carta Magna. EEUU no reconoce esos estatutos, que responden a bases claras de derecho internacional y a lo mejor de los acuerdos que se han llegado en estos temas. Más bien, y esto es lo que insisten quienes te critican, es mejor entender su política por la forma tradicional que ha actuado, antes de los Estatutos, después de los Estatutos. Antes se ocultaban los móviles, pero después de ganar la Guerra Fría, de sufrir los ataques del 9/11, la política “invisible” se vuelve “visible”. Se crean leyes, se justifica desde el punto moral y político estas acciones (“ajusticiamientos”) y se busca el medio de mantener en un orden global la excepcionalidad de los EEUU.

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  13. Perdón, anónimo, pero el post no trata sobre toda la política exterior de Estados Unidos, ni sobre la historia de ésta, sino sobre la "guerra contra el terror" y acciones específicas que violan los Estatutos de Roma. Ahora, me gustaría saber cuáles son esas "leyes" que, según Ud., justifican las ejecuciones extrajudiciales.

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  14. Bueno Rafa, ese es problema. Tu post es sobre TODA la politica exterior de los EEUU y por eso hay quienes dicen en este forum que no puedes ignorar lo que sucedio antes de "la guerra contra el terror". Sobre las leyes y regulaciones que me pides te doy una pista para que la sigas: Alberto R. Gonzales. Si te interesa el tema, sigue el hilo de Alberto y llegaras hasta el minotauro.

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  15. Me parece que el anónimo no entiende el punto que Rafa está tratando de dilucidar, y además me parece terribles las consecuencias que se desprenden de sus argumentos. Pareciera que para el anónimo el derecho internacional, sus diversas corrientes y tradiciones,no es más que una fachada de la política norteamericana de intervención. Si es así, sólo nos queda dos vías: 1) el nihilismo total (todo derecho es una excusa para los más poderosos, y, por ende, no vale la pena seguir ningún tipo de ley), 2) la violencia, bien sea de forma terrorista o bien sea apoyando gobiernos dictatoriales que se opongan al sistema de leyes que usa el imperio...Triste, din duda.

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