Libros del crepúsculo

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martes, 6 de octubre de 2009

Biografía y crítica



Desde Vidas paralelas de Plutarco, texto clásico de la tradición republicana, las biografías de héroes fueron concebidas como equilibrios entre virtudes y vicios del biografiado. En algunos contextos y culturas esos equilibrios han sido rotos y la biografía se ha confundido con el panegírico o el vilipendio. Una biografía sin crítica es apología. Una biografía sin admiración puede ser un apóstrofe.
En estos días comienzan a circular en Iberoamérica dos biografías de grandes escritores contemporáneos: Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 1927) y V. S. Naipaul (Chaguana, Trinidad y Tobago, 1932). Ambos caribeños, pero con visiones muy distintas del Caribe. Ambos extraordinarios narradores, pero con prosas muy diferentes. Ambos, íconos, figuras mediáticas, Premios Nobeles, pero con ideologías y políticas discordantes.
Las biografías de Gabo y Naipaul son igualmente voluminosas: la primera, escrita por el británico Gerald Martin y editada por Debate, Barcelona, tiene 768 páginas. La segunda, también escrita por un británico, Patrick French –Inglaterra sigue siendo la mejor productora de biografías en el mundo-, editada por Duomo Ediciones, Barcelona, tiene 798. Las dos biografías se autotitulan “autorizadas”, pero tratan a sus héroes de distinta manera.
Según Alberto Manguel, en reseña reciente para Babelia, el autor de Una casa para el señor Biswas, El enigma de la llegada y Un recodo del río aparece como un prosista exquisito y meticuloso, con una visión oblicua de la realidad y una admirable fluidez en el tránsito de la ficción a la historia y viceversa. Pero el retrato moral del refinado prosista deja mucho que desear: misántropo, misógino, egoísta, engreído, caprichoso, autoritario, mezquino y hasta “imperialista”.
Los adelantos de la biografía de Martin, aparecidos en el periódico La Jornada (4/ 10/ 09) y en el número de octubre de la revista Nexos, donde se inserta, por cierto, una excelente reseña de Antonio Saborit, nos permiten advertir que, en la biografía de García Márquez, el artista y el hombre quedan retratados con igual admiración. El ingenioso e imaginativo prosista de Cien años de soledad, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada es, a su vez, un esposo y padre modelo y un intelectual de izquierdas.

Con los libros en la mano volveremos sobre ambas biografías. Por ahora, sólo transcribimos este breve pasaje de El otoño del patriarca. Conversaciones con Gabriel García Márquez de Gerald Martin:

“El caso Padilla, como era de prever, había marcado la división de las aguas de la historia latinoamericana durante la Guerra Fría, y no tan sólo en el ámbito de los intelectuales, los artistas y los escritores. García Márquez, a pesar de las críticas de sus amigos –que iban desde acusaciones de “oportunismo” hasta entenderlo como “ingenuidad”- había sido el más coherente desde el punto de vista político de los autores latinoamericanos de primera fila. La Unión Soviética no ofrecía la clase de socialismo que él quería, pero, desde el punto de vista latinoamericano, consideraba que era esencial como baluarte contra la hegemonía y el imperialismo estadounidenses. Esto no era, en su opinión, “partidismo”, sino una apreciación racional de la realidad. Cuba, aunque planteaba un caso problemático, era más progresista que la Unión Soviética, y había de recibir el apoyo de todos los latinoamericanos antimperialistas que se preciaran de serlo, quienes en cualquier caso debían hacer todo lo posible por moderar cualquier aspecto represivo, no democrático o dictatorial del régimen”

3 comentarios:

  1. En el numero de agosto del London Review of Books hay una resena de la biografia de Garcia Marquez de Gerald Martin que tambien senala el caracter laudatorio del libro. Pero hay mas que eso: One of the difficulties with the first part os Martin's book is that, althought it is meticulous and carefully documented, it has to compete with compete with Garcia Marquez's far more compelling narrative. It is only in 1955, when Vivir para Contarla ends with Garcia Marquez'a arrival in Geneva, that Martin is somewhat liberated, but that is nearly a third of the way though his book.
    Armengol

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  2. Pero ¿cómo puedes hablar de un libro que no has leído?

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  3. No hablo del libro, hablo de los adelantos en La Jornada y Nexos. Ya hablaré del libro. En todo caso, hablar de libros que no se han leído es perfectamente válido. Hay un buen libro de Pierre Bayard, "Cómo hablar de los libros que no se han leído" (Barcelona, Anagrama, 2008), sobre el tema.

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